Una fantástica carrera la de Jorge Lorenzo que supuso el broche de oro a un nuevo triplete de los españoles en el GP de San Marino, disputado en el circuito de Misano donde además era visitado por el gran Wayne Rainey, 18 años después del fatídico accidente que le dejó postrado en silla de ruedas.
Lorenzo fue el mejor en la salida por delante de Stoner, «pole» ayer en los entrenamientos oficiales, Pedrosa, el italiano Andrea Dovizioso, el estadounidense Ben Spies y Rossi.
El nueve veces campeón del mundo italiano salió desde la undécima marca de la recta de Misano, pero en dos giros ya era quinto cuando su compañero de equipo, el estadounidense Nicky Hayden, noveno, se iba al suelo.
Stoner aguantó tímidamente el ritmo de Lorenzo hasta que fue distanciándose a media carrera cediendo incluso la ventaja que había conseguido sobre Dani Pedrosa. A falta de seis vueltas, el español de Honda adelantaba a su compañero de equipo logrando una buena ventaja sobre éste, posición que no abandonaría hasta la caída de la bandera a cuadros.
En Moto2, Marc Márquez dio un recital en el circuíto de Misano y mandó un mensaje claro al líder del Mundial sobre sus intenciones.
La carrera estuvo muy competida llegando a formarse el grupo de cabeza formado por tres pilotos, el español, Bradl el actual líder del campeonato y Andrea Iannone.
Cuando la cabeza de carrera estaba más compatada, Marc Márquez se colocó líder en Misano a falta de seis vueltas para el final. Yo no abandonaría esa posición. Pilotos como Iannone o Bradl intentaron acercarse al español pero Marc ya había metido una marcha más y sería imposible alcanzarle.
Por su parte, Nico Terol consiguió una nueva victoria en 125cc tras batir a Johann Zarco en la misma línea de meta del circuito de Misano. De esta forma, el piloto del Bankia Aspar Team aumenta su diferencia en el Mundial y se convierte en la peor pesadilla del francés, que sigue sin ganar una carrera
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