El divorcio parece definitivo y las posibilidades de reconciliación, bastante lejanas. La situación de tensión extrema entre Fernando Alonso y el resto del equipo McLaren parece no haber mejorado en la última semana. El piloto asturiano ya no está dispuesto a dejarse engañar ni una vez más por sus actuales jefes, en los que ha perdido toda su confianza